lunes, 9 de septiembre de 2013

NACISTE PRÍNCIPE Y MUERES REY, SEAT 600

El 27 de junio de 1957 comienza la fabricación del Seat 600 en España y, con el, el inicio en el país de la motorización masiva. Su nacimiento no sólo dio un vuelco a la industria automovilística española, sino que cambió por completo la vida de los españoles. En la era del abs, del airbag y la velocidad, el 600 sigue siendo símbolo de una etapa clave de la historia de España. Toda una pasión por unas ruedas que marcaron la vida ibérica de los 60.




Tan importante fue el éxito del 600, que su padre, el ingeniero italiano Dante Giacosa, fue el primer sorprendido. En 1968, en la revista Motor Mundial confesaba que “buscaba un coche económico, ligero y capaz, para satisfacer las necesidades de los italianos y he sido el primer sorprendido por su éxito”. Incluso el mismo reconocía que diseñaron el 850 para sustituirle y “el público nos demuestra que el 600 tiene cuerda para rato”.
El diseño del italiano, ingeniero de Fiat, llegó a España de la mano de Seat, la Sociedad Española de Automóviles de Turismo, en cuyo capital, además del Instituto Nacional de Industria y seis bancos, la firma automovilística italiana soportaba el 7% del capital y su licencia de fabricación. Tras siete años de existencia de Seat, en 1957, con una plantilla de 5.000 personas, comienza a fabricarse el 600 que, en sólo un año, multiplica su producción por seis.






El padre del 600 Dante Giacosa era un ingeniero italiano que tenía la idea de realizar un vehículo que colmara las aspiraciones del mayor número posible de italianosun coche económico al alcance de cualquiera, de agradable aspecto, interior amplio y que fuera ligero, vamos, el prototipo de los utilitarios.


Además, Giacosa sabía que su nuevo proyecto debía cumplir dos condiciones: que su mecánica fuera sencilla y que el motor estuviera colocado en un lugar que resultara accesible. Giacosa no sólo alumbró un vehículo que respondía con precisión a las necesidades de los italianos, sino a las de ciudadanos de otros países de Europa, entre ellos España.
Fue en 1952 cuando este ingeniero comenzó con el trabajo para dar a luz al Fiat 600, un automóvil que rebasó con creces todas las expectativas sobre su aceptación por parte de los consumidores y cuyo éxito aún hoy resulta muy difícil de superar.




El único problema del 600 es la refrigeración. Según su inventor, supuso el mayor problema con el que se encontraron a la hora de crear el coche. La solución que el mismo proponía era que la correa del ventilador estuviera bien tensada, además de procurar que no hubiera incrustaciones en el radiador.


A pesar de esta pequeña deficiencia el Seat 600, el 600D, el 600E y el 600L Especial siguen circulando por vías y caminos, haciendo guiños a un pedazo de historia en la que ellos son parte fundamental.


El último ejemplar que salio de la cadena de montaje fue un Seat 600 L especial de color blanco, bajo una pancarta que decía
"NACISTE PRINCIPE Y MUERES REY"










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